04.1 Nuevas corrientes artísticas.
Tras las revoluciones de 1848 el idealismo, representado por el Romanticismo, fue sustituido por otro modelo de pensamiento. En filosofía se impuso el Positivismo y en política, la realpolitik, mientras que el arte y la cultura tuvieron en el Realismo su mejor forma de expresión.
El Realismo
Frente al Romanticismo, el Realismo fue un movimiento cultural y artístico que intentó plasmar de manera objetiva la realidad la realidad desde su lado más humilde, lo que exigía del artista un compromiso social. En pintura destacaron Gustave Courbet, Jean-François Millet y Honoré Daumier y, en literatura, Honoré de Balzac y Émile Zola.
G. Courbet, Los picapedreros, 1849.
Pintor de ideas socialistas, Courbet había participado en la Comuna de París y reprodujo, en pinturas como esta, las duras faenas de obreros y campesinos.
El Impresionismo
En los comienzos de la inestable Tercera República Francesa, los valores tradicionales entraron en crisis y, con ellos, el arte académico. En este contexto surgió el impresionismo. Se caracterizó por una nueva valoración de la luz y el color, la pincelada suelta, el gusto por la pintura al aire libre y el deseo de captar instantes únicos e irrepetibles. Las principales figuras del Impresionismo fueron Edouard Manet -su percusor-, Claude Monet, Auguste Renoir, Edgar Degas, Alfred Sisley y el escultor Auguste Rodin.
C. Monet, Impresión. Sol Naciente, 1872.
En 1874, varios pintores colgaron sus lienzos en la galería de los fotógrafos Nadar de París. Defensores de una nueva estética, la crítica academicista se burló de ellos y el periodista Louis Leroy los denominó <<impresionistas>>, tomando el nombre de esta obra.
El Postimpresionismo
Hacia 1880, el grupo impresionista se deshizo y aparecieron nuevos movimientos que recogieron sus aportaciones. Entre ellos surgió el Postimpresionismo. Con esta expresión se designó a un grupo de pintores, que partiendo del Impresionismo, dieron valor a los subjetivo y a las formas. Constituyó un conjunto muy heterogéneo e individualista en el cual destacaron Paul Cézanne, Vicent Van Gogh y Paul Gauguin.
P. Gauguin, Arearea, 1892.
Seducido por las culturas primitivas del océano Pacífico, Gauguin abandonó su vida en Francia y se marchó a la Polinesia dispuesto a <<vivir como un salvaje>>. Allí desarrolló una obre muy especial.
04.2 La arquitectura del hierro y el cristal.
En la primera mitad del siglo XIX, los historicismos dejaron paso a una nueva arquitectura del hierro y el cristal. El aumento de la pobleción hizo necesarias infraestructuras como puentes, fábricas o mercados, por lo que había que construir rápido y a pecios moderados. Para ello se recurrió a nuevos materiales como el hierro o el cristal, que a veces se dejaban al descubierto para dotar a edificios u obras de ingeniería del carácter expresivo de los nuevos tiempos.
Destacaron Henry Labrousse, arquitecto de la Biblioteca Nacional de París (1868-1878), y Joseph Paxton, autor del Palacio de Cristal de la Exposición de Londres (1851), integrado por formas modulares de hierro y láminas de vídrio.
Durante la segunda mitad del siglo XIX, se produjo en Estados Unidos un formidable impulso arquitectónico. Su punto de partida fue la reconstrucción de la ciudad de Chicago, destruida en 1871 por un incendio. La madera fue sustituida por nuevos materiales -hierro y hormigón armado- que, además de prevenir incendios, permitían construir en altura y ahorrar terreno, por entonces muy caro. Así surgieron los primeros rascacielos, que se edificaron también en otras ciudades. Fueron diseñados por arquitectos como William Lebaron Jenney o Louis Sullivan, que formaron la Escuela de Chicago, precursora de la arquitectura del siglo XX.
Exposición de París, 1900.
En las exposiciones universales se mostraron las grandes novedades en la arquitectura del hierro y el cristal. La Torre Eiffel fue diseñada por Gustave Eiffel con una función no utilitaria sino representativa. Con 300 metros fue durante décadas el edificio más alta construido.
04.3 El Modernismo
El Modernismo fue un movimiento estético de difusión internacional, desarrollado entre 1890 y 1910, que aspiró a la renovación de artes. Respondía a la búsqueda de mayor elegancia y calidad por parte de artistas y burgueses enriquecidos por los histoicismos y la arquitectura de hierro y cristal. Tuvo múltiples denominaciones según los países: Art Nouveau en Francia, Modern Style en Inglaterra o Modernismo en España.
El Modernismo empleó la línea curva, inspirada en la naturaleza, si bien en Austria y Reino Unido se dio un Modernismo de formas ortogonales (ángulos rectos).
Entre los arquitectos modernistas destacaron el belga Víctor Horta, el francés Héctor Guinard -estaciones de metro de Pari´s- y Antoniio Gaudí -Sagrada Familia de Barcelona-.
En el Hotel Van Eetvelde de Bruselas, Víctor Horta mostró las posibilidades del hierro como elemento decorativo, curvando los elementos estructurales el edificio a semejanza de los tallos vegetales.
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