viernes, 12 de enero de 2018

3 La dominación de europea del mundo

Hay siete faltas de ortografía y errores en la transcripción

Nota: 3

1.4 El Imperio austrohúngaro


            Francisco José I reinó entre 1848 y 1916. Tras una etapa vienesa centralizadora y autoritaria, se estableció el Compromiso de 1867, por el que se formó el Imperio austrohúngaro o Monarquía Dual. Según esta fórmula, el Imperio de Austria y el reino de Hungría mantuvieron constituciones, gabinetes, Administración y parlamentos independientes, aunque compartían soberano y una política exterior común en materia financiera y militar.

        La convivencia de múltiples nacionalidades en el seno del Imperio austrohúngaro fue muy difícil, al no concederse a los pueblos eslavos[1] la igualdad con húngaros y austriacos. El reconocimiento selectivo de derechos autonómicos a los súbditos eslavos, que pretendían más participación, no fue suficiente, y el descontento aumentó. El archiduque Francisco Fernando, heredero al trono de Austria, quiso crear una tercera Corona eslava (1914) reuniendo bajo su imperio a los Estados eslavos.

La Monarquía Dual

1.5 El Imperio ruso


      El Imperio ruso estaba subordinado al zar, que gobernaba despóticamente por medio de ucases[2], la Policía y el Ejército.

          El Imperio ruso se expandió en el siglo XIX a través de Siberia hasta el Pacífico y se anexionó territorios de Asia central limítrofes con las posesiones británicas y con los Imperios persa y chino.

         La principal preocupación rusa en política exterior fue hallar una salida al Mediterráneo, para lo que intervino en los conflictos balcánicos.

         El zar Alejandro II (1855-1881) inició unas reformas políticas y sociales que, tras su asesinato, fueron paralizadas por sus sucesores.

2. Las relaciones internacionales del siglo XIX y comienzos del XX


2.1 La cuestión de Oriente


      Se denomina cuestión de Oriente al conjunto de conflictos de acontecieron en la península balcánica durante el siglo XIX y ocasionaron el final de los dominios otomanos en Europa.

   En estos conflictos estuvieron implicados el Imperio Otomano y los pueblos balcánicos―compuestos por etnias, culturas y religiones diversas, y con fuertes semtimientos nacionalistas—, además de las grandes potencias europeas con intereses en los Balcanes:

  • Rusia, que deseaba controlar los estrechos del Bósforo y los Dardanelos para acceder al Mediterráneo. Este deseo chocaba con el recelo británico y francés, que consideraban muy peligroso el control rusos de ambos estrechos.

  • Austria, que ocupaba la costa de Dalmacia (1815) y quería más influencia en la zona.

  • Reino Unido, temeroso de que Rusia y Austria hicieran peligrar su hegemonía en el Mediterráneo.


El Imperio Otomano, conocido también como Imperio turco, Turquía o como la Sublime Puerta (por ser nexo de unión entre Oriente y Occidente), era un Estado musulmán en decadencia que se extendía por tres continentes y estaba gobernado por un sultán con poderes absolutos.

La Convención de los Estrechos


      El primer episodio de la llamada cuestión de Oriente tras la independencia de Grecia fue el problema de los estrechos.

         En 1833, el bajá o gobernador de Egipto se reveló contra el Imperio Otomano. Rusia aprovechó la revuelta para presionar a los otomanos, que aceptaron que solo los barcos de ambos imperios pudieran cruzar el Bósforo y los Dardanelos en caso de guerra, lo que impedía el paso al mar Negro a otras potencias.

      En 1841, Reino Unido y Francia firmaron la Convención de los Estrechos con el Imperio otomano, por el que este se comprometió a no dejar pasar por ellos navíos de guerra extranjeros en tiempos de paz. Rusia, al verse privada de este acceso al Mediterráneo, buscó una salida a través de los Balcanes.

La guerra de Crimea (1853-1856)


        El zar Nicolás I invadió los principados danubianos (Moldavia y Malaquia) en 1851, so pretexto de presionar a los turcos para que permitieran un protectorado ruso sobre los cristianos ortodoxos[3] de los Santos Lugares[4]. Esto desencadenó una guerra cuyo principal escenario fue la península de Crimea. La debilidad otomana hizo que Francia, Reino Unido y Piamonte acudieran a su auxilio para frenar las ansias expansionistas rusas, y el ejército zarista fue derrotado en Sebastopol. Alejandro II, sucesor de Nicolás I, solicitó la paz, renunció a sus conquistas y el mar Negro pasó a ser neutral. La integridad turca se mantuvo, pero el Imperio otomano aceptó la autonomía de los principados danubianos.

[1] eslavos: grupos étnicos de Europa central y oriental con lenguas de raíz común. Además de polacos y rusos, son eslavos los bohemios, eslovanos, eslovenos y croatas, incluidos dentro del Imperio austrohúngaro, y algunos pueblos balcánicos, como lo serbios.
[2] ucases: leyes dictadas por exclusiva voluntad de los zares.
[3] Iglesia ortodoxa: confesión cristiana difundida por Europa oriental y Rusia.


[4] Santos Lugares o Tierra Santa: marco geográfico en el que nació, predicó, murió y resucitó Jesucristo.

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