lunes, 18 de diciembre de 2017

2. LAS RELACIONES INTERNACIONALES EN LA PREGUERRA

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TEMA 11; LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL


01.5 Las relaciones internacionales en la preguerra.

En la década de 1930, el mundo conoció una serie de conflictos y pactos que condujeron finalmente a la guerra.

La crisis de Manchuria.
En 1931, el Imperio japonés invadió la región china de Manchuria, donde estableció el Estado de Manchukuo. Ante la tímida condena de la Sociedad de Naciones, Japón se retiró de este organismo internacional.
En los años treinta, el Imperio japonés fue conocido como el del Sol Naciente. Estaba regido por el emperador Hiro Hito y gobernado en la práctica por militares. Aspiraba a conseguir su “espacio vital” en Asia.
Las aspiraciones alemanas sobre Austria y la anexión del Sarre.
En Austria, el canciller Engelbert Dollfuss fue asesinado el 25 de julio de 1934 por nazis austriacos, partidarios de la unificación de Alemania. Con el apoyo de estos, Hitler intentó invadir el país, pero Mussolini, desde el sur, lo disuadió de ello con una rápida movilización de sus tropas.
Al año siguiente, se produjo la incorporación del Sarre al tercer Reich. Era una región al oeste de Alemania, rica en minas e instalaciones industriales, que el Tratado de Versalles había puesto bajo administración de Francia por quince años, hasta de sus habitantes votasen en referéndum. El 13 de enero de 1935, un 90,8% de los votantes aprobó la reincorporación del Sarre a Alemania, lo que constituyó la primera anexión territorial de la Alemania nazi. Ese mismo año, Hitler ordenó el rearme inmediato del país, que en poco tiempo pasó a contar con un ejército moderno y muy bien preparado. Renania, contraviniendo lo dispuesto en Versalles, fue ocupada militarmente por tropas Alemanas.
La guerra de Abisinia
En 1935, con el pretexto de tener un conflicto con la Somalia italiana, Italia invadió Abisinia (actual Etiopía), país africano. Tras una corta y desigual guerra, Italia derrotó al emperador Hailée Selassie, estableció un protectorado sobre el territorio y Víctor Manuel III fue proclamado nuevo emperador de Abisinia. Italia abandonó la Sociedad de Naciones en rechazo a las sanciones que le fueron impuestas y comenzó su acercamiento a Alemania.
La Guerra Civil española (1936-1939).
En julio de 1936, un golpe militar contra el Gobierno democrático de la República provocó el estallido de la Guerra Civil española. Para evitar la internacionalización del conflicto, se constituyó en Londres el Comité de No Intervención. Sin embargo, el Tercer Reich e Italia prestaron una ayuda fundamental a los militares sublevados, en tanto la República recibía el apoyo material de la URSS. La victoria final de los rebeldes en 1939 mostró la debilidad de las potencias democráticas frente a los totalitarismos nazi y fascista.
El eje Roma-Berlín.
La guerra civil española contribuyó a acercar Italia y Alemania, que el 25 de septiembre de 1936 constituyeron el Eje Roma-Berlín. Dos meses más tarde, Alemania firmó con Japón el Pacto Antikomintern, al que se adhirieron la España sublevada, Italia y Hungría, contra el temido expansionismo soviético.
La guerra chino-japonesa (1937-1945)
En 1937, el Ejército  japonés invadió el norte y este de China. Tras la toma de importantes ciudades como Shangai y Nankín, los japoneses se hicieron con el dominio de toda la franja costera de China mediante una guerra de extraordinaria crueldad que terminó enlazando con la Segunda Guerra Mundial. Fue una guerra desigual en la que China tuvo alrededor de 13 millones de muertos y 9,5 millones de heridos.
El expansionismo alemán (1937-1939)
Convencido de su fuerza, Hitler se propuso integrar en el Reich a todos los territorios con población alemana de Europa, algo que resultaba difícil, sobre todo en los lugares donde las poblaciones estaban muy mezcladas. El plan trazado por Hitler fue recogido en el Protocolo Hossbach (1937), donde se utilizaba el concepto “espacio vital” para defender la necesidad alemana de conquistar nuevos territorios para la supervivencia de su población.
De acuerdo con este proyecto, en 1938 Alemania ocupó militarmente Austria, unión que fue ratificada mediante un referéndum.
Unos meses después, en la Conferencia de Múnich (1), los mandatarios del Reino Unido, Francia e Italia permitieron la anexión al Tercer Reich de los Sudetes, una región checoslovaca habitada por alemanes, con la promesa por parte de Hitler de no exigir más territorios. Esta conferencia supuso al desaparición de Checoslovaquia como Estado. Ante la protesta checoslovaca, las tropas del Reich ocuparon los Sudetes y la parte occidental del territorio checo. Eslovaquia quedó como un estado independiente sometido a recortes territoriales por parte de Hungría y Polonia, hasta que fue finalmente ocupada por Alemania en 1939.
Polonia.
Tras la anexión de Checoslovaquia, el Tercer Reich formuló su propósito de hacerse con el Corredor polaco, territorio que separaba la Prusia oriental del resto de Alemania. Para ello, en mayo de 1939 firmo el Pacto del Acero con Italia, que establecía el apoyo mutuo en caso de guerra. El avance nazi en Europa obtuvo un nuevo golpe de efecto con la firma del Pacto Germano-soviético de no agresión y neutralidad, que contenía una cláusula secreta por la cual se establecía el reparto de Polonia.
La ocupación de Albania.
En Abril de 1939, las tropas enviadas por Mussolini ocuparon Albania, país sobre el que Italia ejercía ya un colonialismo económico y político. El rey Zog huyó y los italianos establecieron un protectorado.
                                                                                                 
(1). La conferencia de Múnich.
La conferencia de Múnich reunió, en septiembre de 1938, (de izquierda a derecha) a Benito Mussolini, Adolf Hitler, Édouard Daladier y Neville Chamberlain.





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